CABEÇÓ TRAIL AIGÜES 22K 2025

Ha costado, pero con esta crónica por fin pongo al día al blog. Muchos días seguidos de trabajo y desgaste mental, poco y mal entrenamiento y menos motivación... No he estado en mi mejor momento físico ni psicológico-deportivo los últimos dos meses, pero después de encadenar varios entrenamientos seguidos buenos y empezar a sentirme fuerte después de un mes y pico de asistencia regular a entrenamiento funcional de manera semanal, al menos dos veces cada siete días, la cosa parece que empieza a remontar.

El pasado día 06 ya llegaba algo mejor de moral y fuerzas a la que ha sido mi última carrera hasta la fecha, el Trail de Aigües en su versión larga. Habiendo conocido la modalidad corta en 2022 y siendo tanto ese recorrido como cualquiera del Cabeçó mis zonas habituales de entrenamiento, este año tocaba, por fin, conocer la modalidad más dura de esta carrera que organiza 15 Cumbres. Me la había perdido el año pasado, cuando estando apuntado hubo un cambio de fecha que impidió que pudiera correrla, pero este 2025 no se me iba a escapar. Le tenía muchas ganas al circuito, pues conociendo todo el recorrido por haberlo entrenado por separado en muchos tramos, era todo un reto unir parte del Trail corto de Aigües con una subida al Cabeçó por la que debe ser seguramente la forma más dura de llegar a la cumbre y volver hacia el pueblo pasando por la exigente subida hacia la solana, subiendo por la zona de la caldera y desde ahí vuelta a Aigües.

Powered by Wikiloc

La carrera formaba parte de la liga de carreras por montaña FEMECV y al inscribirnos podíamos elegir participar en la prueba que era una etapa más de esa competición, con el resto de federados y toda la élite autonómica, o correr la versión Open, separados de la competición oficial. Elegí esta última opción, para no tener que pelear puestos contra tanto corredor casi profesional, pero esto tuvo dos inesperadas consecuencias. Por un lado, mi prueba saldría más tarde que ninguna, mínimo 9:30AM. Por otro, la participación en esta versión Open y prueba larga resultó ser mínima, menos de 70 personas.

A pesar de todo, tocó madrugar y plantarse pronto en el parking que había a pocos metros de la salida, junto al colegio, en el descampado que ya conocí en 2022, al salir la mayoría de participantes mucho antes que los corredores de la Open. Me junté allí con Rafa, tomamos un café y vimos la salida de los pros. Mucho nivel tanto en chicos como chicas, con caras conocidas de gente que subía al podio habitualmente, no solo en Alicante, sino también en carreras de renombre a nivel autonómico o nacional.



Después, con la salida ya muy despejada, quedando solo mi carrera y, minutos después, creo, la corta Open, tocaba situarse detrás del arco y mentalizarse para una prueba que prometía ser dura y con mucho calor. Como era de esperar, viendo la lista de participantes de la carrera larga Open, con solo 64 inscritos, cuando echamos a correr el pelotón no tardó mucho en estirarse, quedando claro que en pocos km estaría corriendo sin mucho corredor cerca.

Nada nuevo en los primeros km, para mí. Subida progresiva y sin demasiada dificultad, cogiendo rápidamente pista hacia la fuente de los Baños y la zona de la Ermita de Aigües y de ahí, después de 500m de bajada, primera subida con algo más de dificultad, por la pendiente, no por terreno, en dirección al barranc de l'Amerador subiendo al Alt del Cantal.

Las piernas respondían y mi ritmo conservador hacía que no llevara nada mal esos primeros 3km que conocía de sobra. Me había propuesto llegar a la cima del Cabeçó con mucha energía de reserva, pues la carrera, para mí, empezaba "de verdad" después de llegar a la solana de esta montaña.

Unos metros de bajada después del Alt del Cantal y de nuevo tocaba subir, otra vez por camino de sobra conocido, por el barranco de Salmitre en dirección al collado del mismo nombre, esta vez con una pendiente más dura y terreno cada vez más rocoso y árido. Ya llevaba los bastones en la mano, sabiendo lo que tenía por delante, y es que, a diferencia de la versión corta, donde la subida llegaba al collado y daba un respiro después bajando, el Trail largo convertía la subida en un camino ascendente de 3km hasta la cumbre con un terreno que ganaba dificultad con mucha rapidez.



Sin haber llegado al collado ya girábamos a la izquierda camino al que debe ser uno de los caminos más duros para coronar el Cabeçó, la pedrera. Rodeando el peñón del Llam empezaba la subida más exigente de la carrera y notaba que había dosificado bien las fuerzas. Cogíamos el escarpado camino de subida y ya ganaba posiciones a participantes que sufrían demasiado muy pronto. Comentando y compartiendo penas con algunos que no conocían el terreno, les daba el consejo que habría querido yo para mí. "Reservad que, si esto os parece duro, el "regalito" de la subida por la zona de caldera os va a dejar tiesos"

Teníamos por delante un tramo de 1.2km que nos metía en las patas más 400m de ascenso, pero yo notaba que las piernas pedían más y me encontraba muy cómodo teniendo que forzarme a aflojar el ritmo. Cuando llegamos al final de la pedrera, después de tramos donde era dificilísimo dar un paso por la pendiente y el terreno, solo quedaba girar a la izquierda, ya por camino más cómodo y avituallar en la cima. Habían llevado un Jeep muy cerca de la zona y habían podido subir muchas cajas de agua, así que no hubo problema de falta de líquido en aquel punto.

Bebí con tranquilidad, sintiendo que había hecho una subida muy buena, y me dispuse a bajar por un camino que conocía casi de memoria, en dirección a Raco de Seva pasando por Polset.

Bajé con cuidado los primeros metros hasta la zona rocosa que llevaba al paso Hillary. Con cuidado, bajé esta zona de grapas y saludé a Seve, voluntario en esta parte de la carrera algo complicada. Desde ese punto, aunque era fácil dejarse llevar por el efecto dorsal y la comodidad del terreno descendente, retuve y no di todo bajando, sabiendo que había mucha carrera todavía por delante, aunque desde la cumbre hasta la siguiente subida recorríamos más de 4km de descenso constante.

Al terminar la bajada más pronunciada, saliendo ya del barranc de l'Ombria, después de un pequeño camino de grava, en el avituallamiento paré y repuse líquido y calorías, disfrutando de un hilo musical rockero que animaba a cualquiera. Retomé la marcha por la larga pista que cogía camino al parking y empecé a notarme muy cansado. El estómago también empezó a protestar y allá por el km 11, antes de acabar la larga bajada, tuve que salirme al bancal más cercano, entre setos y buscarme una zona que sirviera de WC improvisado, pues la descomposición estomacal convertía en urgente la parada técnica.


Perdí muchos minutos, viendo pasar, escondido, a varios corredores a los que había ganado la posición hacía tiempo. Retomé la marcha algo frío y sintiéndome flojo y, cuando tocó girar hacia la subida de Caldera y desviarnos a la derecha, yendo hacia la solana por otra variante más corta pero tanto o más dura que Caldera, el cuerpo empezó a sufrir el esfuerzo acumulado y el calor. En menos de 1km subiríamos unos 280m, por camino que ya conocía y que no me cogía por sorpresa. Gané algunas posiciones perdidas en mi urgente parada en boxes, pero me notaba flojo de piernas y no subía tan rápido como habría querido, teniendo en cuenta, además, que hasta no hacía tanto mi sensación era de haber reservado bien las fuerzas y de estar haciendo una carrera muy buena, incluso yendo algo sobrado.

La llegada al camino descendente de la solana fue agónica en sus últimos 50m, pero por fin tocaba bajar. Conocía bien cada roca y cada giro de esa bajada, de la cantidad de veces que había pasado por allí entrenando, y en mi cabeza me había imaginado, en la cima, bajando ese tramo a todo trapo, recuperando tiempo, pero la realidad era muy distinta. Estaba cansado y el miedo a una pisada mal dada o a que flojearan las piernas me hacía bajar lento en un tramo del recorrido que no tenía ninguna dificultad técnica en sus 2km de descenso.

Al final de la bajada, en la zona de los grandes postes eléctricos, ya con 14km en las piernas, girábamos a la izquierda en dirección a Aigües, por pista amplia, durante unos 2km, con un perfil nada exigente, con ligeras ondulaciones. Estaba muy cansado y tenía mucho calor. Iba dándome relevos con un corredor de Dark, sin muchos más corredores a la vista. Era un camino que debía ser fácil de correr estando mínimamente entero, pero no tardé mucho en echar a andar, sintiendo que el final de la carrera iba a hacerse muy largo.

Llegando al km 16, cuesta arriba, aparecía en el circuito el penúltimo avituallamiento, que no podía estar mejor situado, para mi lamentable estado físico de aquel momento. Bebí mucho, cogí lo más azucarado que tenían y me animé unos minutos, hasta que fui consciente de que en aquel punto estábamos de nuevo donde habíamos pasado en el km 3.7 y que tocaba repetir una subida que iba a ser más dura que nunca, la que nos llevaría al collado de Salmitre. Más de 1km de subida por delante y al menos 175m de ascenso que mentalmente superé repitiéndome que desde el final de la subida ya solo quedaba bajar y superar un par de repechos después.


Compárense estas fotos con las del mismo punto, pero km atrás...

Ganaba, además, alguna posición, superando a corredores que flojeaban más que yo en aquel punto de la carrera, hasta que llegué al collado, guardé los bastones y me dispuse a bajar por un camino que recordaba agradable y fácil de correr, aunque no tenía piernas para disfrutarlo y perder metros con la rapidez que habría querido. Me asaltaba una duda, además, en aquel momento, pues el Trail de Aigües, en su versión corta, la que yo recordaba, a mitad de esa bajada tenía un desvío a la izquierda que, de hacerse en aquel punto, hacía la carrera mucho más larga que los 21-22km previstos. 

¿Sería así?¿Estaría mal medida la carrera y era más larga de lo anunciado? No tenía fuerzas para mucho más y cualquier km extra iba a dejarme KO. Por suerte, de bajada, al llegar al camino que recordaba que se abría a la izquierda, una cinta cerraba de lado a lado ese acceso y el descenso seguía recto. Contento por haberme equivocado, subí un poco el ritmo, sabiendo que llegaría en breve a una pista amplia y cómoda de correr, cada vez más cerca de la cima.

Ya en la pista, después de haber rodeado el cerro de Salmitre por la ombría del Bacorero, cogía de nuevo camino conocido, trotando como podía, sabiendo que todavía quedaban al menos dos subidas. La primera de ellas, después de una zona de transformadores eléctricos y después, siempre en dirección al Preventorio de Aigües, un pequeño cerro en el que casi no pude caminar subiendo.

Por fin, ya solo quedaba bajar hacia el pueblo durante 1km, enlazando en el km 20 con el recorrido que tomamos inicialmente, pisando asfalto poco después y cruzando la meta en 4:10:15, 36 de 55 llegados a meta, 14 de 17 veteranos, no tan mal como pensaba mientras caminaba reventado después de bajar la solana, teniendo en cuenta mis 10' de "parada técnica" y la bajísima participación de la prueba Open.




Me reunía en la meta con Rafa, que había hecho un carrerón y se colaba en el top 10 de la tabla, mientras reponíamos fuerzas en el avituallamiento final y comentábamos la carrera con Kiko, el organizador y dueño de 15Cumbres, sugiriéndole un adelanto de la salida de al menos una hora, para ahorrarnos el calorazo a media carrera a los que no éramos capaces de emular a la élite autonómica y acabar en dos horas o dos horas y media. Excepto por el horario, la carrera lo tenía todo para que volviera a pasar por allí. Recorrido duro como pocas medias de montaña de Alicante que haya recorrido, pero muy atractivo, sobre todo la zona del Cabeçó. Buenísimo para correrlo a tope o tomarlo como entrenamiento de tirada larga, avituallamientos bien situados y con todo lo necesario y a media hora de casa. Un Trail para repetir todos los años, ya sea en la distancia larga o corta, al que sin duda tocaría volver, pues creo que es más que posible bajarlo de las cuatro horas holgadamente por poco que me salga un día bueno.

Ahora, a pensar en las siguientes carreras, que serán el Trail de Serra Grossa mañana y la semana siguiente la espectacular media de Confrides, acumulando km y entrenamiento también entre semana para llegar lo mejor posible al maratón de Vall de Boi a finales de junio.

Os voy contando por aquí cómo va todo. Nos leemos en breve.









Comentarios

Entradas populares de este blog

MEDIO MARATÓN SANTA POLA 2020

XXII TRAVESÍA A NADO TABARCA-SANTA POLA

TRAIL DE PRIMAVERA - CONFRIDES 2024