15K GRAN FONS DE LA VALLDIGNA 2020
La preparación para los objetivos de la temporada (modestos, sobre todo en cuanto a marcas), la media de Elche el próximo día 15 y la de Alicante el 19 de abril, hace que vuelvan al planning semanal los domingos de tirada larga, después de mucho tiempo sin metas de ningún tipo en el horizonte.
Para evitar el aburrimiento entrenando siempre en las mismas calles, después de casi 10 años viviendo cerca de las playas de la Albufereta y San Juan y habiendo recorrido ya todas las combinaciones posibles para cubrir trayectos largos, cuando apareció la posibilidad de correr en Valencia una carrera de las que llaman por allí Gran Fons, 15km, decidí participar para cambiar de aires y, además, probar la velocidad en carreras de distancias cercanas a los 21km.
Las opciones para el fin de semana del pasado día 16 eran, por un lado, los 15km de Valencia Oberta al Mar y, por otro, la misma distancia en el Gran Fons de la Valldigna. Ésta última fue la elegida finalmente, por cercanía (me ahorraba 1h de viaje en total) y precio, aunque la de la capital queda anotada en la lista de carreras pendientes.
El domingo, sin peajes (¡por fin!) en la AP7 llegué sin dificultad a Tavernes y pude aparcar muy cerca de la salida. La niebla espesa que encontré de camino y la humedad parecían anunciar una carrera fría, pero en poco más de media hora desde que recogí el dorsal y los cubre brazos que daban en la carrera el día quedó despejado y la temperatura subió rápidamente.
Dorsal coincidente con mi edad (¿sería una señal?(NO)) y cubre brazos, algo de agradecer para no seguir llenando de camisetas el armario |
Mientras calentaba noté que no habría problema corriendo con tirantes, sin viento que pudiera molestar. Las sensaciones eran buenas. Llegaba descansado, con suficientes horas de sueño y con el entrenamiento más o menos cumplido. No éramos muchos corredores, como pude ver en las listas de participantes y como se apreciaba en las calles, mientras terminábamos de ponernos a punto. La competencia de Valencia Oberta al Mar en la capital dejaba a la carrera de la Valldigna con unos 300 corredores, calculados rápidamente en un vistazo al pelotón mientras esperaba el arranque de la prueba.
Pude saludar a Juan José López, "culpable" en parte de mi elección para correr el domingo, al haberme hablado de todo lo bueno de la carrera, y confirmar con él que lo que había visto en Wikiloc revisando el perfil del circuito era correcto. Correríamos subiendo sin parar desde Tavernes hasta Simat pasando por Benifairó y no pararíamos de subir hasta el km 8 aproximadamente, momento en el que desde Simat nos dirigiríamos de nuevo hasta Tavernes, ya en una bajada que intuí cómoda (me equivoqué), recorriendo así las tres localidades del valle que da nombre a la comarca, La Valldigna.
Con Juanjo, la Gacela del Comptat |
Esperando la salida. |
Iniciábamos la carrera en el Paseo de Colón, junto a la entrada al polideportivo, en un tramo inicial bastante cómodo y amplio, suficiente para que con tan pocos corredores el grupo se estirara antes de los primeros 500m. En una carrera de aquella distancia y con el perfil que esperaba, mi objetivo y estrategia estaban claros desde el comienzo. Aguantaría la subida a un ritmo tal vez algo más lento del que esperaba que fuera el ritmo medio final y, ya de bajada desde el km 8, aceleraría aprovechando el perfil favorable, tal como había hecho en carreras similares como el Gran Fons de Paterna o los 15km de Massamagrell.
Primeros metros |
Encontrándome unos primeros km no tan duros como esperaba, las piernas fueron solas y sin mucha dificultad los primeros 3 km pasaron por encima de los 4:40m/km. No sentía el esfuerzo y me vine arriba, pensando que si podía subir fuerte, la bajada iba a ser apoteósica y me saldría un carrerón.
Los primeros metros, alejándonos de Tavernes, volvían a mostrar el paisaje que parece habitual en los Gran Fons valencianos. Un larguísimo tramo de polígono industrial nos acompañó hasta la salida de la ciudad, camino a Benifairó, pero cuando ya empezaba a maldecir para mis adentros por haber elegido otra carrera con paisajes como aquel las vistas cambiaron radicalmente pasado el tercer km.
Corríamos entonces por caminos entre plantaciones de naranjas y mandarinas interminables, con una visión clara de las montañas que rodeaban el valle.
El ritmo bajó un poco cuando el perfi empezó a ser el esperado, ascenso suave y constante, pero se mantuvo todavía cercano a los 4:40m/km llegando a Benifairó, pasado el km 5. Cruzamos rápidamente el centro de la ciudad y tuvimos algo más de 1 km de descanso, saliendo hacia Simat, dando un pequeño rodeo en dirección Tavernes.
El respiro que nos daba el perfil me animó a acelerar un poco y el ritmo volvió a quedarse por encima de los 4:40/km hasta cruzar el escaso caudal del río Vaca, momento en el que el recorrido se endurecía "de verdad" y hacía que el camino a Simat desde ese punto apareciera como el tramo más exigente del circuito.
Después de este paso por el río la cosa se ponía seria |
Con el interminable paisaje de naranjos a mi alrededor asumí la pérdida de ritmo con deportividad, esperando el inicio de la vuelta a Tavernes ya de bajada. Allá por el km 7 tuve a la vista el monasterio de Sta. M.ª de la Valldigna y teminé de animarme, sabiendo que tenía muy cerca el (supuesto) final del sufrimiento y "mi momento" de la carrera.
Con la experiencia en circuitos parecidos sé (o eso creía) que puedo hacer 8-9km de subida y que, por poco que el perfil del circuito me lo permita, recuperar rápido y bajar fuerte. No se me dan mal del todo las carreras con un comienzo duro o cuestas que permitan después una recuperación más o menos larga, así que tenía mucha fe en mis posibilidades una vez alcanzado el punto más alto del recorrido, ya por el centro de Simat.
Las rampas alcanzaron su punto de mayor dureza entrando a la ciudad, pero una vez pasado el km 8.5 el recorrido dejaba de subir, por fin, y animado por los vecinos mientras me alejaba camino a la larga vuelta hacia Tavernes intenté acelerar. Había encadenado 3 o 4 km muy cercanos a 5'/km, pero confiaba en que con el perfil a favor (o eso recordaba de lo visto en Wikiloc) podría terminar la carrera, sin problema, pasando varios km a 4:40 o más rápido.
No lo conseguí al principio, pero me tomé el primer mil saliendo de Simat como km de adaptación y recuperación. Ya llegaría la bajada larga y cómoda que creía haber visto, me repetía. Pero no, el camino que encontraba no era el esperado. Cada pocos metros aparecía un falso llano que subía un poco y, aunque seguíamos bajando después, la falta de continuidad en la bajada fue haciendo que perdiera fuerzas y bajara el ritmo, frenándome mucho más de lo esperado ante el más mínimo repecho.
El paisaje no cambiaría en aquel tramo final, ya sin pasar por ninguna ciudad desde Simat hasta la meta en Tavernes, permitiendo una visión clara y amplia del valle, pero no estaba para disfrutar de las vistas. Me la había jugado subiendo fuerte, pensando que la bajada sería más pronunciada, y me había salido mal.
Añadir leyenda |
Perdía posiciones con demasiada rapidez, algo que no ayudaba a mantener la cabeza fría y, además, aparecía de repente una urgente necesidad de visitar un aseo. El desayuno o la cena no parecían haber caído bien, aunque no se salieron de lo habitual, y durante unos minutos la imagen de un aseo y mi futura sensación de alivio en mi mente, unidos al bajón físico que atravesaba, hacían que quisiera parar unos minutos en cualquier zona escondida del campo. Resistí la tentación, aunque por otra parte las malas sensaciones en el estómago hicieron que decidiera no tomar el gel que llevaba en el cinturón. Habría que aguantar sin energía extra hasta el final.
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A 2km de la meta ya teníamos a la vista la entrada a Tavernes y el perfil del recorrido era más cómodo, en suave bajada, pero sin ser una pendiente tan pronunciada como la zona de subida a Simat. Las piernas hacía rato que no daban para mucho más de 4:50 el km y todavía era adelantado cada pocos minutos por algún corredor. A pesar de todo, la subida rápida de los primeros km compensaba el bajón de aquellos últimos y, en un rápido cálculo, descubrí que no me iba a alejar mucho de mi marca habitual en esta distancia con aquellos perfiles.
Conseguí subir el ritmo camino al km 14, punto en el que cruzábamos de nuevo el río y entrábamos a la ciudad sin pasar otra vez (menos mal) por el polígono industrial. Poco después nos incorporábamos al recorrido que ya habíamos dejado atrás en el inicio de la carrera, para atravesar de nuevo la calle del paseo en sentido contrario y dirigirnos a la meta. Supongo que la cercanía del final, la gente animando en el pueblo y el speaker en la línea de llegada esperando a chocarme la mano me animaron a acelerar en aquel último mil y cubrir el último km otra vez al ritmo objetivo, parando el reloj oficial en 1:12:25, 1:12:17 real, posición 135 de 270 en la general, 55 de 81 en mi categoría,
El ritmo medio final se quedaba a mitad de camino de lo esperado. No tan rápido como el que me dejaría ver menos de 100' en medio maratón, pero sí mejor que el de la media de Santa Pola. Mientras degustaba el espectacular avituallamiento de la carrera di por bueno el resultado. La próxima media, la de Elche, no tendrá aquellas rampas y tampoco correré 3 o 4km a cuatro treinta y poco el mil cuesta arriba como hice aquella mañana en Tavernes, así que tal vez sigue siendo posible estar cerca de 1:40 en medio maratón o incluso volver a bajar esa marca.
En cuanto a la carrera, una competición para repetir, sin duda, ya que lo que le faltó de animación durante el recorrido lo gana respecto a los otros Gran Fons que he conocido por el paisaje del circuito y lo entretenido del perfil. Para mí, si no contamos los grandísimos 15km nocturnos de Valencia, la mejor carrera de esta distancia que he probado en tierras valencianas. Como sugerencia, por si me leen, creo que si hubiera acuerdo con clubes de las ciudades por las que pasa, podrían hacer algo similar a lo que hacen aquí en Alicante con La Volta a La Foia, rotando la salida anualmente entre las tres localidades, algo que a mí personalmente me atrajo muchísimo en su día e hizo que corriera tres ediciones seguidas para conocer las tres versiones de la carrera ¿No estaría bien una "Volta a la Valldigna"? EDITO: Parece que no he inventado nada y que lo de las salidas cambiando cada año entre Tavernes, Benifairó y Simat ya se hacía hace algún tiempo pero dejaron de organizarlo así (ignoro los motivos) y se lo quedó finalmente Tavernes
Ahora toca pensar en la próxima cita deportiva, este fin de semana, los 14km de la carrera de la base aérea de Alcantarilla. Tengo muy buen recuerdo de mi primera y única participación hasta la fecha allí en el 2018, aunque no llego, ni de lejos, en aquel estado de forma que me permitió correr a cuatro treinta y algo el mil de media con un perfil en el que hay que llevar cuidado y no dejarse llevar al principio si no se quiere pagar caro el esfuerzo en los 3 últimos km. Aspiro únicamente a moverme con comodidad al ritmo de sub.100' en medio maratón al menos hasta el 10000 y si de ahí en adelante hay fuerzas para acelerar, aumentar un poco la velocidad. Después de varias carreras y entrenamientos con sensaciones malas, ya va siendo hora de volver a correr a gusto y sintiendo que el cuerpo responde. No me veo, de todos modos, acabando por debajo de 1:40 en Elche, pero espero al menos que no se repitan el cansancio y bajón psicológico de los últimos km sufridos en las dos últimas carreras (Orihuela y esta) A falta de dos semanas para Elche, a disfrutar el camino, en cualquier caso, y que sea lo que tenga que ser.
Os cuento cómo va todo en la próxima entrada del blog.
Gracias por estar ahí.
Saludos.
Me mola mucho tu crónica, aunque no me deje de cuadrar la descripción del perfil... Eso sí, un gran Fons con ese avitu me ha ganado. Eros love dixit
ResponderEliminarEros Love Forever jajaja que vols dir del perfil? No sé, yo, viendo el perfil de WIkiloc esperaba que después de Simat la bajada fuera cuesta abajo a tope, pero excepto el último 2000 no sentí bajada pura y cada pocos metros me encontraba un falsete llano breve pero lo suficiente para frenarme y romperme el ritmo. También puede ser que simplemente bajara reventado y que ni cuesta abajo pudiera tirar ni a 5’/km, todo es posible jajja Creo que volveré a correrla para comprobarlo. A ver este domingo. Las sensaciones malas ganan a las buenas últimamente, a ver si va cambiando la cosa o me veo mal para Elche :(
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