5K KILÓMETROS SOLIDARIOS RUTA091 ALICANTE 2023
El pasado fin de semana tocó encadenar la segunda carrera en dos semanas. Después del inesperado buen resultado en Peñarrubia Lorca Trail, el siguiente domingo había que poner a prueba las patas en un 5k que prometía ser duro. No había nada de entrenamiento asfaltero previo y tampoco trabajo de calidad en forma de series o cambios de ritmo que pudieran hacer que se diera bien una prueba corta y explosiva como un 5000, pero poder correr en la zona en la que viví muchos años y juntarme allí con mi hermana, mi cuñado y Rafa me animó a participar en la carrera solidaria que organizaba la Policía Nacional. Una prueba de 5 o 10km, dando una o dos vueltas al circuito, que destinaba todo lo recaudado a APSA y que, saliera como saliera, sería al menos un entrenamiento de calidad de los que ya no hago y permitiría echar la mañana de domingo con los amigos y la familia.
Con la salida ubicada en la zona deportiva del Tossal, el domingo fue fácil aparcar en el mercado de Teulada, cerquísima de allí. Me reuní en el parking con mi hermana y mi cuñado y, después, en la cafetería de las piscinas municipales, con Rafa y familia. No parecía haber demasiada participación, quién sabe si por coincidir con otras carreras esa misma mañana o la tarde anterior que pudieran tener más poder de convocatoria (mención especial, para mí, la de Rafal que se había organizado el sábado por la tarde. Carrerón) Además, tenía la impresión de que había muchísimo corredor joven, seguramente por ser una carrera que atraía a las academias de opositores a policía, además de a los propios miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, que si participaban en el 10k tenían categoría propia en las clasificaciones para competir entre ellos.
Sin nada de calentamiento y después de un café rápido al lado de la salida, me situé bastante adelantado el pelotón, tal vez demasiado, al tener a la vista la primera fila de carrera a pocos metros, aunque eso me permitió saludar a Vicente Novoa, que grababa otro vídeo de carrera popular para su canal de Matao del Running (podéis ver esta y muchas otras carreras documentadas en sus vídeos)
Rafa corría el 10k, igual que mi cuñado, y mi hermana y yo el 5000. Aunque iba a correr acompañado por Rafa, según me dijo, intentando acompañarme el primer 5k y luego sobreviviendo al 2º, cuando la carrera arrancó él se había quedado atrás con unos compañeros de trabajo y ya no lo volví a ver.
Con unos minutos de retraso por estar revisándose el circuito a última hora para que todo estuviera a punto, iniciábamos la prueba en suave y casi inapreciable ascenso entre la pista de atletismo y el pabellón municipal y el estado Rico Pérez. En pocos metros bajábamos por Campo de Mirra hacia Dr. Rico y salíamos a Dr. Jiménez Diaz, siempre con una tendencia descendente bastante pronunciada.
Conociendo la zona, por haber vivido allí tanto tiempo y entrenado por esas calles, sabía que no era una carrera fácil. Nos esperaban un primer tramo de 1km o 2 bajando rápido y, después, toboganes y una larga subida para acabar el 5k. Intenté ganar tiempo en el primer km, con idea de hacer lo mismo en el segundo, para compensar la más que probable bajada de ritmo en la segunda mitad del recorrido, por cansancio acumulado y mayor dureza del perfil en la parte final de la carrera, pero me excedí. El primer 1000 pitaba en el Garmin a 4:09 y, el segundo, ya cuesta abajo en Dr. Jiménez Díaz, a 4:15. Por mucho que el desnivel jugara a mi favor, me había pasado de velocidad, seguro, y lo iba a pagar, lamentaba, mientras saludaba a Cris y a Pedro y agradecía sus ánimos entrando a la zona del PAU1.
Pasando la zona de Salesianos y su campo de fútbol la carrera terminaba de ir a favor del corredor y nos metía ya en terreno de subidas y bajadas más o menos suaves. Rodearíamos toda la plaza Juan Pablo II, primero en suave ascenso y luego de bajada, terminando de bordearla en el km 3 y viendo el tercer mil pasar en el reloj en 4:30. No iba mal la cosa, con solo 2km por delante, pero había dos problemas en ese punto. Por un lado, el calor se empezaba a notar demasiado y algo me decía que iba a condicionar mucho el resto de la carrera. Por otro, y esto era lo peor, llevaba muchos metros maldiciendo por no haber aliviado la vejiga antes de salir a correr, pero la sensación de incontinencia iba en aumento y, aunque en mi cabeza me decía que me quedaban pocos minutos y debía poder aguantarme, cada zancada me hacía notar que no quedaba mucho tiempo antes de que fuera imposible retener nada.
El repecho de la avenida José Jornet Navarro, junto a Salesianos, se pegó más de lo que esperaba a las patas, por mucho que intentara evadirme con los ánimos, otra vez, de Cris y Pedro en ese punto, y me dijera que solo eran 300m y ni un 8% de pendiente. La salida, cuesta abajo, del PAU1 hacia Doctor Jiménez Díaz permitió recuperar un poco el aliento, pero llegados a ese punto sabía que, hasta la pista de atletismo, la meta, había por delante 1km cuesta arriba, con pequeño descanso al llegar a Dr. Rico que iba a picar.
A 100m del km 4 , cuesta arriba por Jiménez Díaz, la vejiga dijo basta y casi sin poder contenerme tuve que parar entre dos contenedores a solucionar mi fallo de novato por no visitar el WC antes de empezar la carrera ("¡Suelta eso!" me decían algunos corredores al verme en esa situación allí en mitad de la calle)
Intenté que la parada técnica fuera lo más rápida posible, pero 20-30s seguro que se perdieron. Rafa me pasó y lo vi alejarse unos 200m que ya no pude recortar, aunque arranqué con rapidez. Después, como esperaba, el camino desde Dr. Jiménez Díaz a Dr. Rico por la calle Ciudad Real fue lento y penoso.
El km 4, con la parada técnica por medio, se fue a 5:07. Me adelantó mucha gente y costó mucho recuperar el ritmo, más todavía teniendo en cuenta que estaba a mitad de la subida más larga y exigente del circuito. En Dr. Rico, girando a la derecha en dirección al Diario Información, la subida daba un descanso de 150m antes de recuperar la tendencia ascendente hacia la pista de atletismo
No lo llevaba nada bien, tenía mucho calor, me sentía lentísimo y la entrada a la pista parecía no llegar nunca. A la altura del Centro de Tecnificación la carrera se dividía, por fin, y nos dirigía a la pista a los que corríamos el 5000 (¡cómo me alegré de no tener que darle una segunda vuelta a aquello!) mientras veíamos alejarse a los que corrían el 10k. Viendo a Rafa a lo lejos, giré hacia la pista, en llano por fin, para completar una vuelta casi completa y terminar. El reloj avisaba del paso por el 5k al final de la primera recta de la pista, antes de la curva, por lo que la carrera iba a medir unos 200m más. Hice un intento de acelerar, viendo que aquel último km había pasado de nuevo por encima de 5', 5:09 agónicos, y conseguí moverme a 4:40 hasta llegar a la meta parar el reloj en 24:03.
Recuperé el aliento, bebí un poco, caminé buscando una sombra que no aparecía por ninguna parte, intentando resguardarme del sol, sintiendo que me ardía la cabeza y la piel del cuello y los hombros. Vi llegar a mi hermana, que mejoraba muchísimo respecto a su última carrera, y juntos encontramos una sombra y nos sentamos a recuperarnos, esperando primero a que llegara mi cuñado acabando el 10000 con un marcón y después Rafa, que había sufrido en la segunda vuelta, pero también conseguía un tiempo muy bueno.
Entre tanta juventud y una participación que adiviné escasa (luego vi que no lo era tanto, en ninguna de las dos distancias), pensaba que no se me había dado especialmente bien. 5.2km en 24:03, 23:33 seguramente si descontábamos al menos 30s por mi parada técnica, no me parecía una gran marca para esa carrera y circuito, pero me equivocaba. La clasificación resultó ser de las mejores que haya obtenido nunca, acabando el 25 entre 301 participantes, 24 de 296 hombres, sin que hubiera distinción por categorías. Correr a un ritmo medio de 4:30 y poco por km de media estaba más que bien a estas alturas de la temporada, viniendo del parón veraniego y con tan poco entrenamiento de calidad acumulado, así que tocaba felicitarse y seguir con la moral alta una semana más, a pesar de las malas sensaciones entrenando. Mañana de deporte con los amigos y la familia, en una carrera solidaria bien montada (lástima, como siempre, la poca animación de estos eventos en las calles de Alicante) y buenos resultados. ¿Para qué mas?
En un rato, la tercera carrera en tres semanas me espera a los pies del Puig Campana, en el Trail Nocturno que rodea las faldas de este montañón alicantino durante 13km en esta edición. ¿Seguirán las buenas sensaciones y será un buen estreno del otoño que ha comenzado esta mañana?
Os lo cuento en breve.
Cuidaos.
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