10 KM VILLA DE ALMORADÍ 2018


Hacía tiempo que escuchaba hablar muy bien de los 10km de Almoradí, la carrera en la que participé ayer sábado 5 de mayo. Un circuito rápido, decían, pocos giros (solo uno de 180º) y a dos vueltas iguales, algo que suele gustarme y que me viene bien para tener claro cómo correr la segunda mitad de la prueba y evaluar mejor mi situación en la carrera pasado el 5000. Además, carrera vega bajense, que no suelen decepcionar y a las que les tengo un especial cariño. Teniendo oportunidad de correrla este año (el Oceanman de este fin de semana he preferido dejarlo pasar), estaba claro: había que participar.

Me tomé muy en serio la preparación para esta carrera, sabiendo que seguramente era la última "seria" de la temporada, la última en la que iba a buscar marca y exprimirme al máximo. Rebajé la carga de entrenamiento, nadé solo un día, descansé bien y llegué al día de la prueba, sábado tarde, con el peso controlado y la motivación a tope.

Llegaba pronto a Almoradí, sobre las 17:30, para poder recoger con calma el dorsal, calentar bien, estirar... Había comido antes de lo habitual para que a la hora de la carrera, las 19:00, el estómago no me la jugara, pero calentando no acababa de sentirme todo lo ligero que habría querido. Haciendo memoria, en general, diría que no se me suelen dar bien las carreras de tarde y el sábado, además, la temperatura era más alta de lo que habría esperado, pero no me desanimé. Era la despedida de la temporada y me había propuesto buscar el 44 justo o bajarlo por la mínima. No había piernas, seguro, para ir a por récord personal ni acercarme. Los 43:30 tendrían que esperar a la próxima temporada. Aun así, tenía muchas ganas de echar a correr y ver de qué era capaz con tantos km en las piernas acumulados desde septiembre.

Calentando en la pista de atletismo, salida de la carrera, pude compartir unos metros con Pachi y su acompañante, buena gente, comentando sensaciones y objetivos. También pude saludar a Mike Portugués en las gradas, al que seguro iba a ver bien lejos de mí en la carrera, con los ritmos que lleva.

La organización anunciaba que habían llegado al límite de inscripciones esa misma tarde, 800 corredores entre las dos pruebas, 5 y 10 km, y se notaba. Con tanto corredor en la pista y la salida por unas puertas algo estrechas, aunque arrancábamos dando una vuelta dentro del estadio para estirar un poco el grupo, el inicio de la carrera seguramente no iba a ser demasiado rápido, algo que agradecí en el fondo, pues mi habitual (mal) arranque de carrera, demasiado fuerte siempre, suele pasar factura a mitad de carrera.

Después de dar una salida aparte para un participante en silla de ruedas arrancábamos a la vez el resto de corredores de las dos pruebas. Tal como había previsto, hasta que salimos de la pista de atletismo y callejeamos un poco no pude acelerar en exceso (¡bien!) y el primer 1000 pasó a buen ritmo, en unos más que buenos 4:22. Había bastante público en las calles y aunque se notaba en algún momento un leve ascenso, en general, parecía que el recorrido era rápido.


Primeros metros, a punto de salir de la pista de atletismo


Clavé el ritmo de nuevo en el 2º km, 4:20, y comencé el que parecía el tramo más pesado del circuito, una recta de 1km en dirección Benejúzar corriendo ida y vuelta por dos avenidas que prometía ser dura, psicológicamente al menos, en el segundo 5000.



El ritmo bajó un poco en este tramo, 4:27 y 4:26 los km 3 y 4, pero di por buena mi situación en la carrera hasta ese momento. Empezaba a notarme justo de fuerzas y sentí que la segunda vuelta iba a ser dura así que, si pasaba la primera mitad de la carrera a ritmo de 44 y muy poco, eso que me llevaba para el último 5000.



El circuito se volvía menos monótono dejando atrás las avenidas, pasando por la plaza de la Constitución, con mucho público, menos calor y dejando ver, después de un poco de callejeo, el final de la primera vuelta, cerca ya de la pista de atletismo. Volví a marcar otro mil en 4:26 y pasé el 5000 en 22 y muy poco en mi Garmin dentro del estadio, algo que sería muy bueno si pudiera completar la segunda vuelta a la misma velocidad o subir el ritmo, pero no era el día.

Primera vuelta de la larga recta de 1000m del circuito.




Primer 5000 completado

Di la vuelta a la pista y salí esperando ver pronto el avituallamiento, pues el calor me agobiaba un poco y sentía que era muy necesario reponer líquido. No me equivocaba en mi percepción de la carrera en ese punto. Empecé a sentirme cada vez más flojo y el ritmo bajó de nuevo en el arranque del segundo cinco mil, con parciales de 4:37, 4:41 y 4:38 en los km 6, 7 y 8. Tocaba mantener la cabeza fría y aguantar las malas sensaciones.

La larga recta que habíamos corrido en la primera vuelta se hacía eterna en la segunda. Sentía que no llegaba nunca el giro, el cambio de sentido al final de la avenida, y me entretenía con lo que podía, viendo a los corredores de cara en el otro carril, saludando a Mike, Pachi, Roberto Correbirras que hacían un carrerón, muy por delante de mí.

Cazado por Alberto Costilla "El sombrilla" (http://kmsxhacer.blogspot.com.es/)

Hasta el km.8, ya volviendo por la larguísima avenida en dirección a la plaza de la Constitución de nuevo, no quise calcular mi tiempo final. Vi que tenía detrás al globo de 45' pero con mis últimas experiencias con los globos no quise confiarme y pensar que era una buena referencia (quién sabe, igual aquel, al contrario que el de Pilar de la Horadada, iba más lento de lo que debía...)
Me mojé el cuello con lo poco que me quedaba del agua del avituallamiento, tiré la botella y conseguí subir un poco el ritmo, animado por el cambio de paisaje, dejando atrás por fin la maldita avenida, pasando otra vez por la zona ajardinada de la plaza que ya había visto en la primera vuelta.
Cuando llegué al km 9 sí que hice cálculos. Había corrido el último km a 4:33 y viendo el tiempo en el Garmin, si quería entrar en menos de 45' tocaba correr a 4:20 aprox. el último mil.

Maldije, viendo lo que tocaba sufrir para conseguir una marca que hacía tiempo que tenía más que controlada (o eso pensaba), pero sentí que era capaz de llegar antes de 3/4 de hora, a pesar de que me notaba con las reservas de energía al límite.
Aceleré, tal vez demasiado pronto y en exceso, los primeros metros de ese último km, notando las pulsaciones al máximo. Un corredor se puso a mi ritmo y me animó pero no pude seguir su sprint cuando llegábamos al estadio municipal Sadrián aunque agradecí compartir con alguien los que fueron los metros más duros de la carrera.


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Pisé el tartán mirando a lo lejos el arco de llegada, esperando ver el crono oficial. Había acertado en los cálculos y aquel último acelerón, si no bajaba el ritmo, me dejaría ver menos de 45 al final.
Un último esfuerzo y paraba el Garmin en 44:56, 45:07 oficial (sin datos de tiempo real oficiales), posición 129 de 382 en la clasificación general, 35 de 69 en mi categoría y 124 de 316 hombres.
Charreta con Mike, Pachi (carrerón compañero), desvirtualización rápida de Raúl Elx (¡ánimo!), recuperación final con un avituallamiento completo y a casa

La cara y la lamentable técnica de carrera lo dicen todo.
Carrera sufrida pero completada

Carrera para repetir y tomarse la revancha, por circuito y organización. No fue mal, después de todo. A mitad de tabla como poco y sub.45, algo por lo que iniciando la segunda vuelta no habría apostado. Supongo que con lo que llevo acumulado desde septiembre y el calor inicial de la carrera no había fuerzas para mucho más. Me había mal acostumbrado a mejorar marcas todas las temporadas desde el 2015 así que este 2017-18, que se me escapa la de 10000, me quedo con las ganas. Ha habido sub.44 pero no he sido capaz de ver de nuevo los 43:36 de Valencia'17, algo que ahora mismo me parece muy lejano y difícil. Tal vez la próxima temporada.



Caldo Aneto, siempre presente, en una bolsa del corredor más que buena.
Fotógrafo improvisado: Pachi crack-runner



Como comentaba al principio de la crónica, aquí termina para mí la temporada de carreras. El año pasado todavía me tomé en serio alguna en junio, como los 10km de La Nucía, pero este año creo que paro en mayo. Tengo a la vista carreras, como los 15km de Massamagrell en dos semanas o alguna típica veraniega como la bajada Hondón Aspe si no trabajo o la subida al santuario de Novelda, pero no creo que las corra yendo al máximo, buscando marca, exprimiéndome a tope. Iré en modo entrenamiento, a disfrutar sobre todo y a no machacarme demasiado. Voy a empezar a bajar el ritmo y la exigencia corriendo para darle prioridad a la natación, ahora que llega el buen tiempo y hay muchas travesías en aguas abiertas a la vista. El próximo fin de semana, sin ir más lejos, la primera del año, 2000m en el Mediterranean Coast Challenge por Altea y Alfaz, aperitivo de La Cantera a fin de mes, algo más "serio", 4000m a nado al lado de casa.
Por el camino, los 15km de Massamagrell del día 19, pensando solo en disfrutarlos y conocer una carrera clásica valenciana con un circuito, dicen, exigente, plagado de cuestas.

Os cuento cómo va todo en la próxima entrada del blog.
Gracias por estar ahí.
Saludos.




Comentarios

  1. 129 de 382 mitad de tabla? Ay ay... Jjj, en serio una mala tarde la tiene cualquiera Ahora a disfrutar del agua crack

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    Respuestas
    1. Bueno, yo miraba mi categoría jajaj Mala... yo diría que no fue mala del todo, es que simplemente a estas alturas ya no doy para más tal vez. Van varias “malas” de 10k así así que... Lo dicho, al agua y a correr por puro gusto y menos carreras. Nos vemos para Massamagrell :)

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