CAMINO AL MEDIO MARATÓN DE VALENCIA: SEMANAS 5 Y 6 + 10KM VILLA DE ROJALES

La frecuencia semanal que tenía prevista para ir actualizando el blog y contaros los avances de los entrenamientos para Valencia se ha visto interrumpida por una gastroenteritis que me ha dejado fuera de juego esta última semana, la sexta, sin moverme cuatro días, por lo que para esta entrada del blog se me ha acumulado la faena, al estar dos semanas sin escribir.

Salí contento de la quinta semana de preparación para la media. Como siempre, el lunes tocaba gimnasio y salida suave de 30 minutos y el martes, series, en aquella ocasión de 2000, tres con descansos de dos minutos y 25 minutos previos de calentamiento con 15 minutos de vuelta a la calma al finalizar los tres sprints. Los ritmos que pedía el planning no se me hicieron demasiado cuesta arriba y la última serie conseguí sacarla 15 segundos más rápida que las otras dos sin demasiada dificultad, por lo que terminé bastante animado.

Como siempre, buenas vistas durante las series por la playa

Después del descanso del miércoles tocaba salida suave de una hora a pulsaciones bajas. No tenía ganas de repetir el circuito de la cantera y el puerto de la semana pasada y decidí recorrer la playa pero en sentido contrario, hacia Campello, por el paseo de San Juan.

Entrenamiento de jueves cumplido

Los ritmos fueron buenos sin que el corazón se desmadrara, así que no podía dejar de pensar...¿y si resulta que el domingo se da bien en Rojales?




Descansé la tarde del viernes para llegar fresco al primer diez mil de la temporada al día siguiente. La noche anterior, leyendo aquí mismo cómo me fue en la pasada edición recordé la mala pasada que me jugó el estómago, así que decidí ser precavido y vigilé la cena y la comida del sábado.

Me volvía a acompañar, como ya lo hizo en el 2015, mi amigo Ramón, amante como yo de las carreras de la Vega Baja, que en el último momento cambió su inscripción de 10kms por la versión corta, para poder hacer doblete ese fin de semana y correr al día siguiente los exigentes 10kms de la Abel Antón en Gran Alacant aunque a penas podía respirar por culpa de la bronquitis (eres grande amigo)

Postureo en la línea de salida/meta y a calentar

Recordando la cola del año pasado para recoger el dorsal, problema solucionado este año con más voluntarios y varias colas para cada grupo de dorsales, llegamos con antelación a Rojales. En pocos minutos ya teníamos la bolsa del corredor y el dorsal, tomábamos una infusión para evitar que el estómago nos la jugara y estábamos calentando.
Aunque la temperatura era alta, no tenía nada que ver con la que sufrimos el año pasado y en las zonas de sombra no se estaba mal del todo, con algo de viento refrescando ligeramente el ambiente. Mis sensaciones eran buenas, el clima acompañaba aunque seguía siendo algo caluroso para mí... ¿qué pasaría al darse la salida? Cómo echaba de menos los nervios previos a la carrera cuando significaban que tal vez podría darse bien la prueba.

Autofoto con Ramón en el pelotón de salida, a punto de comenzar.
Poco antes de arrancar Ramón me avisó de que me había olvidado el chip en el coche. Maldije, pero quedaba un minuto para salir y la posibilidad de MMP estaba descartada (me daba igual, entonces, que no hubiera registro, así soy xD), así que comprobé que el Garmin y el teléfono registraban todos los datos correctamente y llegada la hora salí disparado, dispuesto a probarme por primera vez esta temporada en esta distancia y a estrenar los colores de Runners Montemar.




Salida bien situado (se me ve por el centro de la imagen)

Los dos primeros kilómetros transcurrían por la única vuelta corta del circuito, con dos pasos por el puente de Carlos III, la zona más animada del circuito. Me costaba muchísimo mantenerme al ritmo objetivo, unos 4:25 de media aproximadamente, pues por el efecto dorsal y con las reservas de energía intactas las piernas se iban solas y el reloj avisaba con frecuencia de que el ritmo subía a 4:10 - 4:15 m/km
Me encontraba fresco y confiado, pero recordaba del año pasado que en las dos vueltas largas que tenía por delante, en el tramo del circuito que dejaba el río Segura a nuestra derecha se iniciaba una suave subida, inapreciable si se corre tranquilamente, en la que si llegaba pasado de vueltas iba a sufrir más de lo debido.

Primer paso por la línea de meta
Conseguí mantenerme en el ritmo previsto hasta llegar a las proximidades del avituallamiento. Esta zona en suave subida, como os contaba antes, me frenó un poco, pero mantuve la calma a pesar de que las sensaciones empezaban a no ser muy buenas con tan solo algo más de 4 kms en las piernas.

El corazón hasta aquel momento había aguantado el tipo y se mantenía a unas pulsaciones muy buenas pero en ese punto del circuito comenzó a acelerarse ligeramente. Traté de animarme, repitiéndome que en aquel momento de la carrera ya iba mucho mejor que el año pasado, recordando que en el avituallamiento del 2015 tuve que parar. Me dije que aquella subida en algún momento tendría que convertirse en bajada y que ya recuperaría. Bebí tranquilamente sin pararme, diciéndome "¿ves?, este año nada de detenerse aquí" , y poco a poco recuperé la concentración y empecé a encontrarme mejor.

El paso por el ecuador de la carrera llegó antes de lo esperado, en unos más que aceptables 22:23 según mi reloj. Si no me dormía y no pasaban factura después los 5kms que acababa de completar iba a conseguir estar por debajo de 45 minutos al final.

Segundo paso por la línea de meta, con casi 6 kms. ya en las piernas.


Intenté animarme, pero algo me decía que la siguiente vez que pasara por el único tramo de subida del circuito el ritmo bajaría más todavía y lo de bajar de 45 iba a tener que esperar a otra carrera.
Acababa de correr el km. más lento de todos pero aún tuve fuerzas para remontar, y ese 1000 que pasé a 4:40 fue seguido de otro a 4:34.

En este punto empecé a notarme cansado. Estaba en la zona más solitaria del circuito y el corazón empezaba a acercarse peligrosamente a la zona de no retorno, demasiado cercano a las pulsaciones de entrenamiento de series. Mantuve la calma, consciente de que necesitaba fuerzas para los dos últimos kms. y medio con la ya conocida subida en falso llano y bajé un poco el ritmo.
Los ánimos de una espectadora anónima llamándome por mi nombre en el paso por el puente y ver a Ramón poco después , casi en el km.8 diciéndome que iba bien, que la carrera en ese punto era buena, me dieron las fuerzas necesarias para lanzarme a por el sub.45.

En uno de los pasos por el puente, todavía fresco.


A la porra las pulsaciones, me dije. Para lo que queda por delante...a jugársela, que en las series el ritmo cardiaco alto lo toleraba bien, pensé.

Aceleré dispuesto a llegar al límite hasta la meta. En el segundo paso por el avituallamiento cogí otra botella de agua y, notándome fuerte me permití un ligero frenazo para beber, algo que un corredor que tuve toda la carrera cerca interpretó como un bajón físico, pues me animó con un "¡vamos máquina!¡que ya estamos!" mientras me dejaba atrás. Salí disparado a la caza de este compañero anónimo de fatigas, pero su acelerón final era mucho mejor que el mío y no pude seguirle, algo que me importó muy poco, pues veía que mi ritmo era cada vez más rápido.

No tenía ni idea del tiempo que llevaba acumulado ni imaginaba cuál podría ser el tiempo final, pero al ver a lo lejos a un grupo de tres atletas del Tragamillas de Orihuela que había perdido de vista hacía tiempo y que, conocidos de otras carreras en las que hemos coincidido, sabía que probablemente buscaban un tiempo cercano a 45, me animé y eché el resto.
Pasé por delante de ellos mucho antes de encarar la última calle del circuito, sorprendiéndome a mí mismo por poder correr tan rápido en el último km. En la recta final, enmoquetada y llena de público, me vine arriba, conseguí acelerar todavía más y logré sacar el km. más rápido de la carrera, a 4:16. 

Ver que el reloj oficial no iba a pasar de los 45 minutos me dio el último impulso para conseguir cruzar la meta en lo que me parecieron 44:53 oficiales (recordad que corrí sin chip) , 44:43 en mi reloj, que encendí y paré al pisar las líneas de salida y meta.
Esto me dejaría, de aparecer en la clasificación, aproximadamente en las posiciones 111 de 251 en la general, 29 de 47 en mi categoría y 114 de 209 en la general masculina.

Recuperando líquido en la meta con el gran Ramón


Postureo post-carrera
No podía estar más satisfecho. La carrera volvía a dejarme contento, animado por esos últimos kilómetros sacando fuerzas de no sé bien dónde y con la sensación de que podría repetir todos los años la visita a Rojales. Estos tiempos el año pasado suponían casi MMP en invierno, así que moverme a estos ritmos empezando octubre hacen que sea optimista.

Carrera muy bien organizada y baratísima, que volvía a obligarme a hacer comparaciones odiosas con Alicante, que ese fin de semana tenía en sus calles la carrera de los castillos, una prueba que este año han incorporado a la Sanitas Running Series, dejando en el olvido la primera edición de hace 3 años, cuando fue una carrera solidaria en la que se pagaba un euro y se entregaba un kg. de comida, todo donado a fines benéficos, no como ahora, que pagas 10 veces más con esos 10€ de inscripción que cuesta (nada de solidaridad ya, por supuesto) y compartes carrera con una prueba de 5km. (¿quién les habrá dicho a los organizadores que más es mejor?) El tema de las carreras populares en Alicante capital me enfada y entristece a partes iguales, así que no dedicaré más texto al asunto.

El inicio de la temporada, volviendo a la crónica de Rojales, se confirmaba como el más fuerte de los últimos años y me hacía pensar que con menos calor y algo más de entrenamiento el fin del otoño y comienzo del invierno van a ser muy buenos. ¿Hasta qué punto? ¿Bajaré holgádamente de 43:59 en 10km?¿Dejaré lejos por fin la hora cuarenta en media? Poco a poco, ya lo veremos.


Como os decía al principio de esta entrada del blog, se ha acumulado la faena y todavía quedaría pendiente contaros la sexta semana, pero la maldita gastroenteritis ha hecho que estos últimos siete días solo haya podido moverme viernes, sábado y domingo.

Los dos primeros, para que no fuera muy agresiva la vuelta al ejercicio, decidí dedicarlos a la natación, con piscina el viernes machacando bien las piernas y algo más de fondo el sábado, nadando poco más de 2.5kms por la playa de San Juan y el Cabo.

Quién me iba a decir que iba a venir a estas piscinas tan a menudo, hace años

Salida del sábado, por la playa de San Juan y el Cabo de Las Huertas

Que alguien saque una cámara a mitad de travesía tiene estos resultados (vaya caras...)


Hoy, domingo, no he querido perderme la tirada larga, única salida a correr en mi breve semana deportiva. Tocaba hora y media, distribuida en una hora a ritmo ligero y media hora a ritmo de mmp en medio maratón, es decir, 4:43m/km como muy lento.

El primer tramo he intentado no ir demasiado fuerte. Toda la semana parado podría haberme dejado flojo y no quería pasarlo mal en el bloque más fuerte y no poder acelerar la última media hora. Aunque al principio las piernas pedían guerra y era fácil meterse en 4:50 sin esfuerzo sabía que el calor y 45 minutos de carrera más podrían hacerme pagar caro un exceso innecesario en los primeros kilómetros, así que me lo he tomado con calma.

He salido desde casa en dirección a Campello y aunque en el km. 9 he flojeado un poco he conseguido mantenerme cerca de 5m/km durante la primera etapa del entrenamiento. Cumplida la hora, ya de vuelta desde Muchavista, tocaba apretar los dientes y acelerar durante los últimos treinta minutos.

Playa de Muchavista, en Campello, echando algunos metros más en dirección
a Valencia antes de volver sobre mis pasos hacia San Juan playa

Estaba animado, aunque las sensaciones no eran del todo buenas, y he tenido que frenarme demasiado rápido, pues los picos de velocidad que indicaba el Garmin eran demasiado altos. He sufrido muchísimo, pero me he repetido constantemente, recordando los entrenamientos maratonianos, que había que aprender a convivir con estas sensaciones y con la pesadez de piernas, que tal como comprobé en Barcelona, este tipo de entrenamiento iba a ser muy útil después en la competición.
Así, queriendo parar a los 5 minutos de haber empezado pero aguantando y aprendiendo a tolerar el acelerón, han pasado 5 kms. a unas medias sorprendentemente buenas: 4:37, 4:37 otra vez, 4:39, 4:34 y ya, flojeando, 4:48 el km.17, sintiéndome en las últimas. De hecho, el tiempo que faltaba hasta la hora y media no he podido seguir a tope y he acabado a ritmo de enfriamiento (mal, ya que en teoría debía acabar fuerte, pero no daba para más).

Reventado, esta mañana


Poco más de 18kms. en las piernas y muchas dudas, a pesar de la satisfacción de poder haber apretado tanto en el bloque fuerte del entrenamiento, a ritmos superiores a los buscados.
No sé, no acabo de tener claro si podré mantenerme a 4:43 como muy lento en Valencia. Hoy en la primera hora a unos 5 el mil no he ido cómodo aunque después haya sido capaz de sacar varios kms. fuertes. ¿Llegará el día 23 y mis piernas estarán preparadas para atacar la MMP? Ya tengo vista cuál sería la siguiente intentona, de fallar en Valencia. Iría a Torrepacheco en diciembre, pero hacer marca en Valencia sería genial. El comienzo de la temporada es bueno, pero...¿tanto? Acostumbrado a tener los picos de forma en enero o febrero ahora mismo soy un mar de dudas. Por suerte, en dos semanas estará todo claro, para bien o para mal.

La ruta de esta tirada larga

De momento, a seguir con el entrenamiento planificado. Diría que ya no hay tiradas largas en en planning y que comienzo una ligera descarga de piernas, solo interrupida por unas cuantas sesiones de series hasta el día 23. Por el camino, el día 16, mi segunda incursión en las travesías en aguas abiertas, con la participación en el Oceanman de Benidorm, en la distancia popular, 1'5Km.

El estreno en medio maratón de la temporada está cada vez más cerca, a solo dos semanas. Un par de entradas más del blog contando cómo van los entrenamientos y ya estará en mis piernas.

Nos leemos la semana que viene.
Gracias por estar ahí.
Saludos.


Comentarios

  1. ¡Madre mía! Que tiempazo y eso parando para beber! ¡Vas genial! Esos 10000 no puedes quejarte...

    Y los 18km son una media prácticamente :) y has estado malito es normal que estés cansado, teniendo en cuenta la velocidad que llevabas ¡está genial!

    Esa media esta merendada! A por ella! :)

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  2. No me cansaré nunca de agradecerte las visitas al blog y los ánimos Vane :) En realidad estoy satisfecho con el inicio de la temporada, pero soy un agonías jajaja y parece que nunca tengo suficiente. Me he hecho adicto a la sensación de superación personal y al desmadre de endorfinas y siempre quiero más jajajaj Gracias por los ánimos :-* :)

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