CAMINO A SEVILLA 2015: SEMANA 9 - CARRERA ROTARY ILLICE 10K ELCHE



Siguen cayendo las hojas del planning para Sevilla, a tan solo 5 semanas (qué rápido pasa el tiempo) del gran día.
Esta última semana he empezado otro tipo de entrenamiento, con salidas a ritmos progresivos. Aunque me he perdido dos de las salidas previstas en el planning, cumplí con las tiradas largas que, a partir de ahora y durante al menos dos semanas más, siempre siguen el mismo esquema: primera mitad a ritmo medio y segunda mitad subiendo el ritmo, muy cerca del de competición.
Salí el martes 12kms, sorprendido de poder acabar el último km al ritmo que pedía el entrenamiento, y 16kms el jueves, a ritmo ligero, para mi nivel, acompañado durante 9kms de Rafa, que pudo seguirme de camino a Campello.

Las sensaciones fueron muy buenas. Me sentía ligero, rápido, y sólo notaba algo de fatiga en los 2 últimos kilómetros. Con estos ánimos llegué el domingo a Elche, a probarme después de mucho tiempo, de nuevo, en 10kms, en la carrera Rotary Illice.

Aprovechando el elevado número de Urban Runner's que nos juntábamos aprovechamos 3 coches para ir hacia Elche todos juntos, llegando con tiempo de sobra a la pista de atletismo desde la que se daría la salida a las 10:00. En el cesped de la pista habían dividido diferentes zonas para los clubes y pudimos dejar las mochilas y cambiarnos, tranquilamente, en nuestro box. No había visto hasta este domingo algo igual: zonas separadas para clubes, con mesas de bebidas y fruta sólo para nosotros.

Poco después de llegar pude juntarme, además, con mi hermana y el resto de Skyrunners que corrían ese día (Ale, Serafín, Pili y Ramón) y compartir con ellos la emoción y nervios del momento.
Sentía que podía ser una gran carrera, el día había salido despejado y la temperatura era excelente para correr.



Después de las fotos y saludos, calentamos un poco y nos dirigimos a la línea de salida, donde me reuní con mi compañero de trabajo Raúl, que quiso seguirme los primeros kilómetros. En este momento volví a desvirtualizar a otro corredor que hasta ahora sólo conocía por redes sociales. En el box de Urban ya había conocido en persona a Sergio Payá, miembro de mi equipo (en Elche) y al que había visto por Instagram. Ahora, en la salida, también gracias a Instagram, saludaba a otra corredora de mi club, de Urbans Elche, Laura Irina (Un placer saludaros a ambos)

Con los nervios y la charla casi no me di cuenta del pistoletazo de salida. Decidí intentar hacer la primera de las 2 vueltas de la carrera a ritmo cercano a la mejor marca personal (poco más de 46 minutos desde finales del 2012).



Pendiente del puslo y la velocidad media en todo momento, para no excederme y pagarlo en los últimos kilómetros, pasé los 3 primeros kilómetros cómodamente a un ritmo cercano a 4:30m/km, frenándome porque muchas veces las piernas iban solas y la velocidad subía sin darme cuenta.
A partir de este momento perdí de vista a Raúl y seguí la carrera yo solo.



El paso por el km.5 me animó. Iba cómodo a un ritmo ligeramente superior a los 4:30, ya conocía el circuito y podía preparar la estrategia de la segunda vuelta. Sabía que hasta ese momento estaba en tiempo de mejor marca personal, pero quería jugármela. ¿Por qué conformarme con bajar de 46 y quedarme en 45 y poco, si me notaba con fuerzas para probar sub.45?.
El inicio de la segunda vuelta favorecía este planteamiento, pues era en suave descenso durante un km. y medio, si no recuerdo mal.
Las pulsaciones eran altas pero notaba que podía mantener el ritmo, a más de 4:30m/km.

Poco después del km6, que pude hacer en 4:16, noté que los cordones de la zapatilla izquierda se soltaban. Maldije en voz baja. No quería perder segundos con lo bien que me encontraba y lo cerca que sentía el sub.45, pero una caída y posible lesión sería peor. Me detuve y até los cordones a toda velocidad y retomé la marcha, tratando de compensar el tiempo perdido. Este kilómetro salió al final a 4:31, por lo que no me preocupé demasiado, sino todo lo contrario. El pequeño acelerón para compensar la parada no me pasó factura y, a lo lejos, veía a mi compañera de club Elena Lloret, mucho mejor corredora que yo, que hacía poco había bajado de 45 en un 10k.



Ser capaz de adelantarla a mitad del km.8 terminó de darme ánimos. Calculé que tendría que acelerar y darlo todo en lo que faltaba de carrera si quería bajar de 45 al final. Las piernas respondían, aunque empezaba a notar el cansancio.
El kilómetro 9 pasó a 4:19 y, mirando el reloj, calculé que necesitaría otro kilómetro igual para conseguir el objetivo. A lo lejos se veía ya el camino a la pista de atletismo. Había que echar el resto.
Una vez dentro del estadio de atletismo hice cálculos. No podía descuidarme si quería bajar de 45. La vuelta a la pista, que me llevaría a la línea de meta, se hizo larguísima, pensando que tal vez se escaparía la marca soñada, pero una vez dentro de la recta final ya no había duda: el trabajo estaba hecho y la recompensa ahí mismo, a 10 metros. No cabía en mí de gozo cuando crucé la meta en 44:50 (44:27 real). Atrás quedaban, por fin, los 46 y poco de hace 2 años.



Ver a Ramón poco después y a Serafín, que habían hecho tiempazos, y poder compartir con ellos la alegría de mi MMP fue grandioso. Quién me iba decir que podría correr por debajo de 45 minutos un 10.000, hace unos meses.
Me quedé pendiente de la llegada de más corredores. Mi hermana, que llegaba en 46 y poco y hacía también MMP (me superarás en breve), Raquel, que bajaba por fin de 50 minutos (enhorabuena, queda nada para que luches por 45, ya verás :-* ), y el resto de Urbans y Skyrunners, que hicieron un carrerón también.

El avituallamiento final fue de lo mejor que recuerdo en mucho tiempo. La cantidad de comida y bebida disponible para los corredores era espectacular. Una carrera de 10 en todos los sentidos, fija en mi calendario desde este momento.

En cuanto las sensaciones posteriores, decir que no puedo estar más contento, lógicamente. Dos mejores marcas en 2 carreras seguidas (MM Aspe y 10k Elche) animan a cualquiera.10000 metros corriendo por encima de 4:30 me parece increíble.

La posición final en la clasificación también es para estar orgulloso, visto el nivelazo de los corredores de la prueba: 243 de 813 en la general y 64 de 168 de los veteranos A.

Parece, además, que por fin he aprendido a dosificar las fuerzas, haciendo la primera mitad a buen ritmo, sin pasarme, y guardando fuerzas para hacer la segunda mitad más rápida.



Estoy en un gran momento en todos los sentidos (físico, mental, personal...) y esto se nota. Ya estoy pensando en la siguiente carrera, la clásica media de Santa Pola, y no puedo evitar soñar con una tercera MMP consecutiva. Y es que, si Aspe, en absoluto llana, se pudo correr en 1:43... ¿por qué no creerme que Sta.Pola puede rondar la hora y cuarenta, si el desnivel es casi inexistente?

Las sensaciones no pueden ser mejores y noto que aún hay un pequeño margen de mejora a corto-medio plazo. Si en Sevilla ha seguido todo como hasta ahora, la marca de Valencia'13 quedará muy lejos. Me lo creo, por fin.

Os cuento como va todo la semana que viene.
Gracias por estar ahí.
Saludos.

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