MILLA SOLIDARIA PROCÁRITAS MUTXAMEL Y MEDIO MARATÓN DE ALMANSA. VACACIONES DEPORTIVAS ARE COMING

Por aquí sigo, aunque haya pasado más tiempo de lo normal en publicar una nueva entrada del blog. El maratón de Madrid no ha dejado secuelas y he podido correr sin molestias ni sensaciones raras en las rodillas, por primera vez después de una carrera de más de 21 kms.
En la última entrada del blog os contaba que mi siguiente carrera iba a ser el medio maratón de Almansa, pero un cambio de planes de úlima hora permitió que, por el camino, participara por primera vez en una carrera de velocidad, de poca distancia, la I Milla Solidaria de Mutxamel del pasado día 10 de mayo.



I MILLA SOLIDARIA PROCÁRITAS MUTXAMEL

Que la velocidad no es lo mío ya lo tenía claro, pero me apetecía probar las sensaciones de una carrera de menos de 2kms. En un día muy caluroso, nos juntábamos en Mutxamel mi hermana Irene, Pepelu y yo, además de dos compañeros de oposición de mi hermana, Mel y Dani. El gran Alexis también apareció para animarnos, recuperándose todavía de su lesión (ánimo crack)

Con Pepelu, Alexis e Irene

Con Mel y Dani, buena gente :)
El circuito constaba de tres vueltas a una misma calle en los dos sentidos, en ligero ascenso al comienzo. Se daba la salida por separado, agrupando por categorías a los corredores. No podía dejar de pensar que mi ritmo me iba a dejar el último del pelotón, pero me dije que iba a darlo todo, que para tan poca distancia no había que guardarse nada.
De los cinco que íbamos a correr salí el primero y en solitario en mi grupo (es lo que tiene ser el viejuno del grupo, ya con 38 años jeje). Nada más dar la salida noté que iba demasiado fuerte, pero pensé que podría aguantar en una carrera tan corta. Cuando pasé por meta la primera vez noté que me equivocaba y que, a ese ritmo, la tercera vuelta iba a ser una agonía y tal vez demasiado lenta. Pensé en la regularidad y aflojé ligeramente. Aproveché el ligero descenso para apretar un poco y ya camino de la tercera vuelta no me aguanté y eché el resto. Iba con el corazón desbocado, casi sin aliento, y notando las piernas cargadísimas. Para mi sorpresa, no era el último del grupo y conseguí entrar en unos (para mí) sorprendentemente buenos 6:20, a 3:56 de media, yo, que pensaba que iba a ir como mucho a 4:10. Esto me dejó el 20 de los 30 participantes de mi grupo, así que contento, al final, con ganas de repetir. Mi hermana conseguía la segunda posición de su categoría, Pepelu también hacía un carrerón y nuestros nuevos amigos corredores, Mel y Dani, también terminaban contentos con su carrera.



Mil gracias por la fotos a Mariví Lobo, como siempre


Esta primera toma de contacto con las carreras de velocidad me dejó con ganas de más, de entrenar este tipo de pruebas, y ya estoy buscando la siguiente milla que se corra en la provincia.



MEDIO MARATÓN DE ALMANSA

Sin mucho descanso desde esta carrera, con algo de entrenamiento para mi próxima prueba (luego os contaré cuál es), llegaba de nuevo el siguiente fin de semana, el día 16, y cogía el coche camino de Almansa, a estrenarme en su conocido medio maratón.
Aunque la carrera era a las 18:30 el calor no había aflojado lo más mínimo. Me junté allí con mis compañeros de Urbans, y en la salida encontré casi sin tiempo para hablar con Ana, Salva y Chema, que hacían la carrera juntos, al ritmo que marcara Ana. Yo quería probarme y ver qué tal se me daba aquel circuito, que anunciaban plagado de subidas y bajadas.


También me había reunido allí con mis amigos Skyrunners, con Pili y Serafín, con los que apenas tuve tiempo de hablar, y con Ramón, que decidió ponerse a mi ritmo y compartir carrera conmigo, al menos los primeros kilómetros, pues no nos veíamos hacía tiempo.
Después del maravilloso y poco abucheado discurso previo a la salida, muy bien traído y muy propio de una carrera popular, de la grandiosa y gran política MªDolores de Cospedal (vale, dejemos la ironía/sarcasmo: ¿qué cojones pintaba allí esta señora?) salíamos con bastante dificultad por la avenida. Hacía tiempo que no me costaba tanto coger el ritmo, esquivando gente, acelerando y frenando constantemente. El grupo parecía no estirarse del todo en ningún momento y tardé bastante en encontrarme cómodo.

No iba demasiado rápido, pues podía hablar cómodamente con Ramón en esos primeros kilómetros, poníendonos al día después de mucho tiempo sin vernos, pero ya notaba que algo no iba bien. Las cuestas se pegaban a las piernas, demasiado, pensaba, pues no eran tan duras como las imaginaba. Sin mirar demasiado el circuito ibamos avanzando cuesta arriba, cuesta abajo, pasando sin darnos cuenta los kilómetros a unos 5:10m/km aproximadamente de media.
Pasado el km.8 el calor y el cansancio pudieron conmigo y avisé a Ramón que incluso a ese ritmo no era capaz de seguirlo. Paré a beber agua y me despedí de él, aflojando un poco mientras lo veía alejarse.

Primeros kilómetros, todavía en compañía de Ramón

Aunque bebía constantemente el calor podía conmigo, la nariz y la boca estaban secas y la sensación de flojera en las piernas cada vez más molesta. Creo que es la primera vez que en un medio maratón, recién pasado el km. 10, me planteo si quiero seguir corriendo. Una ligera sensación de mareo hizo  que me lo pensara seriamente, pero decidí aguantar un poco más.
En ese momento, en el inicio de la segunda vuelta, pensé que prestaría atención al circuito y que el paso por los kilometros 10 al 18, aunque repetidos, eran nuevos pues no les había prestado mucha antención en la primera vuelta, absorto en la conversación con Ramón.

Ahora el calor empezaba a desaparecer, las calles estaban muy animadas y el agua y el primer gel que tomé, casi pasado el 13, parecían hacer más llevadera la carrera, pero la sensación de pesadez en las piernas no desaparecía. Las pulsaciones no eran muy altas, pero el cuerpo no daba para más. Hubo kilómetros muy por debajo de 5:30m/km, cercanos a 6 incluso. Varias paradas a beber agua (menos mal que hubo más avituallamiento líquido además de los típicos cada 5km). En resumen, aunque el circuito era atractivo y la animación en las calles, espectacular, mi cuerpo no estaba ese día para medio maratón.

En el km.17, aunque ya no podía acelerar la marcha, mentalmente empecé a recomponerme un poco. Sabía que el tiempo final iba a ser de los peores de los últimos años, pero me alegré de no haber abandonado a mitad de carrera. Acabábamos de pasar por el parque, con las vistas del castillo frente a nosotros poco después y ya pensaba que 4kms realmente no eran nada, por duros que fueran.

Inma (Inma Rubio Fotografía) me hizo esta foto y me animó, pero no la vi.
Muchas gracias guapa :)
Apreté los dientes en las subidas que faltaban, intenté compensar lo perdido en las subidas acelarando en las bajadas y, finalmente, llegué a la meta en 1:56:04, 1:54:42 reales, unos 5:30m/km de media y uno de mis medios maratones más flojos desde que empecé a correr, hará ya 6-7 años aproximadamente. La clasificación, para olvidar: 1816 de 2944 en la general y 419 de 566 en mi categoría.




En la meta, me encontré con mis compañeros de Urbans de nuevo y hablé un rato con JJ y otros compañeros que iban llegando, esperando a Ana, Chema y Salva, con los que hablé después. No pude hablar con Ramón, al que no me cansaré de agradecer su compañía durante los 8 primeros kilómetros. Mil gracias amigo, no sé si el cuerpo habría aguantado igual si hubiera hecho toda la carrera en solitario..

Cuando acabé pensé que jamás volvería a Almansa, que tanto calor y sufrimiento no se iban a repetir, que una hora de viaje no compensaba... Mentira. Volveré. 7€, un gran circuito, muy buen ambiente en las calles, buenísima organización, bolsa de corredor completísima... El año que viene "me vengaré".

De vuelta a Alicante, en el coche, y durante estos días, he reflexionado mucho sobre las sensaciones de los últimos entrenamientos y sobre lo que sentí en Almansa.
Creo que ha llegado el momento de descansar, de tomar vacaciones, al menos en cuanto a competición. No he sido consciente, creo , de todo lo que llevo acumulado en las piernas desde que empecé a prepararme para Sevilla y la falta de descanso que fue necesaria para poder afrontar el maratón de Madrid dos meses después. Son muchos kilómetros acumulados, ha habido grandes éxitos en el camino desde finales del año pasado (mejores marcas en 10k, 21k, maratón, carreras populares cada poco tiempo...) Todo esto creo que ha pasado factura y el cuerpo empieza a pedir descanso, y de algún modo la cabeza también lo necesita.

"Sacrifico" la carrera por montaña de Banyeres que tenía prevista (y pagada) para el día 31 y la cambio por otra bastante más dura y, digamos, curiosa y atractiva: La subida al Gran Hotel Bali de Benidorm el día 30. Más de 50 pisos de altura, escaleras para aburrir (más de 900 escalones) en una carrera totalmente diferente a nada que haya hecho hasta ahora. El récord de la prueba lo tiene el conquense Ángel Llorens, que es capaz de subir en 4:36. En mis entrenamientos por el Riscal y el edificio de los representantes, ambos en Alicante, en ese tiempo yo ando aún por el piso 31, así que a ver en qué posición quedo al final.
Creo que después de esa carrera no habrá ninguna oficial hasta la de finales de junio en Santa Pola, los 10k nocturnos, aunque esto suponga tirar también la inscripción al 10k de Alcoy de principio de mes.

Espero que el descanso de competición y el relax en los entrenamientos me dejen de nuevo listo y animado para participar con fuerza y con ganas en las clásicas del verano, como la subida al Santuario de la Magdalena de Novelda o la bajada Hondón-Aspe, por ejemplo.

Os cuento cómo va todo en la próxima entrada del blog.
Gracias por estar ahí.
Saludos.

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