CAMINO A MADRID 2015: ÚLTIMA SEMANA. CARRERA NOCTURA NIT DE LES ERMITES DE IBI
Poco más de dos meses y ya estoy de nuevo camino a un maratón, el tercero, si consigo terminarlo.
Sevilla me dejó KO algo más de una semana y ahora no puedo dejar de pensar si tan poco tiempo ha sido suficiente para cubrir de nuevo la gran distancia en Madrid.
Sé que el objetivo es otro, acabar acompañando al "culpable" de que me haya metido en este lío, el amigo Salva, pero me asaltan las dudas de siempre (¿es posible acostumbrarse a correr 42kms?), a pesar de mi supuesta experiencia en Valencia o Sevilla. ¿Pasaré con éxito el muro maldito poco después del km.30? ¿Podrán conmigo los 7 kms que van del 33 al 40, en constante subida? ¿La altura influirá en mi rendimiento? Dudas y más dudas...
Por suerte, en esta ocasión voy acompañado, a diferencia de Sevilla, y haré el recorrido, en su totalidad o en parte, con los amigos de Urban que se desplazan a Madrid conmigo.
Correr por la capital, la compañía, saber que hay alguien esperándote en la meta... espero que todo esto ayude a conseguir de nuevo el objetivo, que esta vez no es otro que acabar, sin pensar en el reloj, al ritmo que marque Salva (ojalá sea 4 horas mínimo, o 4 y poco más, no tengo cuerpo para nada mejor ahora mismo).
El entrenamiento ha ido disminuyendo en intensidad los últimos días. Pasé con éxito la gran tirada larga del planning, con Salva, y corrimos 28kms al ritmo objetivo casi sin incidencias.
Desde ese momento, a reducir la carga hasta hoy, pasando únicamente por una competición oficial, la nit de les ermites de Ibi, el pasado sábado.
Allí fuí con Marian y Raquel, y coincidí con Sera, Pili, Raúl y Carol. La salida se daba a las 20:00 y desde el principio ya nos machacaba las piernas con la primera de las 3 subidas a las ermitas.
La primera, poco después de la salida, la subí sin reducir el ritmo, por el camino de tierra que llegaba hasta la puerta. Noté que me había excedido, y casi sin aliento volvía a bajar rápidamente, sin llegar a recuperarme del todo, pensando en la siguiente subida. El ascenso era constante hasta el km 7.5, y aún había que pasar por otra de las zonas más duras de la carrera. No tardamos en iniciar la subida por el casco antiguo de Ibi (qué recuerdos de la carrera del juguete...) para acabar en un tramo de escaleras que se hizo larguísimo y en el que las piernas parecían que iban a fallar en cualquier momento.
Finalizado el ascenso, camino de tierra siguiendo la subida y más y más cuestas. En el último tramo ascendente, por San Pascual, aunque me había propuesto no detenerme o caminar, no pude más. La subida era tan dura que caminando con zancadas largas iba más rápido que corriendo.
Al fin, acabada la subida, y casi sin luz natural, encendí el frontal e inicié el descenso, la parte más bonita de esta carrera.
Serpenteando por caminos estrechos por la montaña, entre vegetación espesa que apenas dejaba entrar la luz, bajábamos rápidamente hacia el pueblo. Las nuevas zapatillas de trail se acoplaban perfectamente al terreno y me permitían ir con algo más de seguridad, disfrutando del paisaje.
Silencio, olor a tierra fresca, 15 grados... Aunque en algunas zonas, de piedra muy suelta, casi grava, costaba avanzar se perdía tracción y las piernas se cargaban no podía dejar de disfrutar de la carrera.
Con este optimismo, estas buenas sensaciones, llegaba de nuevo al pueblo. Agradecí correr de nuevo con algo más de rapidez y cuando estaba cerca de la meta miré el reloj por primera vez, en una farmacia. Llevaba más de hora y cuarto corriendo y no me había dado cuenta.
Crucé la meta en 1:22, 14kms después del inicio de la prueba, quedando algo por debajo de la media en la clasificación general y bastante más abajo en mi categoría, algo que me importó bien poco por lo mucho que había disfrutado.
Raquel entraba pocos minutos después que yo, fortísima, y Marian lograba podio con su hora y media.
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una carrera, os lo aseguro. Igual que en su día critiqué a Kult por el precio y tipo de carrera en Les Antenes de Campello, ahora hay que ser justo y alabar su trabajo en este carrerón. Avituallamientos durante y al final de la carrera excelentes, recorrido fantástico... Casi casi perfecto. Muy recomendable. Volveré.
En cuanto al maratón, retomando la crónica del entrenamiento, una vez más, ya está todo el trabajo hecho.
Espero disfrutarlo, acabar sin lesión (las rodillas y el tendón de Aquiles no se han vuelto a quejar), y pasarlo bien este fin de semana en Madrid. Mañana, AVE y en la capital a las 9:30. Pasado mañana... ya os contaré. Según escribo esto, calculo que en 48 horas exactas ya estaré cruzando la meta (4 horas aproximádamente) :-)
Os cuento cómo va todo en la próxima entrada del blog.
Como siempre, muchas gracias por estar ahí.
Saludos.
Sevilla me dejó KO algo más de una semana y ahora no puedo dejar de pensar si tan poco tiempo ha sido suficiente para cubrir de nuevo la gran distancia en Madrid.
Sé que el objetivo es otro, acabar acompañando al "culpable" de que me haya metido en este lío, el amigo Salva, pero me asaltan las dudas de siempre (¿es posible acostumbrarse a correr 42kms?), a pesar de mi supuesta experiencia en Valencia o Sevilla. ¿Pasaré con éxito el muro maldito poco después del km.30? ¿Podrán conmigo los 7 kms que van del 33 al 40, en constante subida? ¿La altura influirá en mi rendimiento? Dudas y más dudas...
Por suerte, en esta ocasión voy acompañado, a diferencia de Sevilla, y haré el recorrido, en su totalidad o en parte, con los amigos de Urban que se desplazan a Madrid conmigo.
Correr por la capital, la compañía, saber que hay alguien esperándote en la meta... espero que todo esto ayude a conseguir de nuevo el objetivo, que esta vez no es otro que acabar, sin pensar en el reloj, al ritmo que marque Salva (ojalá sea 4 horas mínimo, o 4 y poco más, no tengo cuerpo para nada mejor ahora mismo).
El entrenamiento ha ido disminuyendo en intensidad los últimos días. Pasé con éxito la gran tirada larga del planning, con Salva, y corrimos 28kms al ritmo objetivo casi sin incidencias.
Desde ese momento, a reducir la carga hasta hoy, pasando únicamente por una competición oficial, la nit de les ermites de Ibi, el pasado sábado.
Allí fuí con Marian y Raquel, y coincidí con Sera, Pili, Raúl y Carol. La salida se daba a las 20:00 y desde el principio ya nos machacaba las piernas con la primera de las 3 subidas a las ermitas.
La primera, poco después de la salida, la subí sin reducir el ritmo, por el camino de tierra que llegaba hasta la puerta. Noté que me había excedido, y casi sin aliento volvía a bajar rápidamente, sin llegar a recuperarme del todo, pensando en la siguiente subida. El ascenso era constante hasta el km 7.5, y aún había que pasar por otra de las zonas más duras de la carrera. No tardamos en iniciar la subida por el casco antiguo de Ibi (qué recuerdos de la carrera del juguete...) para acabar en un tramo de escaleras que se hizo larguísimo y en el que las piernas parecían que iban a fallar en cualquier momento.
Finalizado el ascenso, camino de tierra siguiendo la subida y más y más cuestas. En el último tramo ascendente, por San Pascual, aunque me había propuesto no detenerme o caminar, no pude más. La subida era tan dura que caminando con zancadas largas iba más rápido que corriendo.
Al fin, acabada la subida, y casi sin luz natural, encendí el frontal e inicié el descenso, la parte más bonita de esta carrera.
Serpenteando por caminos estrechos por la montaña, entre vegetación espesa que apenas dejaba entrar la luz, bajábamos rápidamente hacia el pueblo. Las nuevas zapatillas de trail se acoplaban perfectamente al terreno y me permitían ir con algo más de seguridad, disfrutando del paisaje.
Silencio, olor a tierra fresca, 15 grados... Aunque en algunas zonas, de piedra muy suelta, casi grava, costaba avanzar se perdía tracción y las piernas se cargaban no podía dejar de disfrutar de la carrera.
Con este optimismo, estas buenas sensaciones, llegaba de nuevo al pueblo. Agradecí correr de nuevo con algo más de rapidez y cuando estaba cerca de la meta miré el reloj por primera vez, en una farmacia. Llevaba más de hora y cuarto corriendo y no me había dado cuenta.
Crucé la meta en 1:22, 14kms después del inicio de la prueba, quedando algo por debajo de la media en la clasificación general y bastante más abajo en mi categoría, algo que me importó bien poco por lo mucho que había disfrutado.
Raquel entraba pocos minutos después que yo, fortísima, y Marian lograba podio con su hora y media.
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una carrera, os lo aseguro. Igual que en su día critiqué a Kult por el precio y tipo de carrera en Les Antenes de Campello, ahora hay que ser justo y alabar su trabajo en este carrerón. Avituallamientos durante y al final de la carrera excelentes, recorrido fantástico... Casi casi perfecto. Muy recomendable. Volveré.
En cuanto al maratón, retomando la crónica del entrenamiento, una vez más, ya está todo el trabajo hecho.
Espero disfrutarlo, acabar sin lesión (las rodillas y el tendón de Aquiles no se han vuelto a quejar), y pasarlo bien este fin de semana en Madrid. Mañana, AVE y en la capital a las 9:30. Pasado mañana... ya os contaré. Según escribo esto, calculo que en 48 horas exactas ya estaré cruzando la meta (4 horas aproximádamente) :-)
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