XXVIII BAJADA HONDÓN-ASPE
Después de dos años sin poder correrla, por coincidir con trabajo, al fin, al estar de vacaciones en agosto, he podido participar en la bajada Hondón - Aspe. 11 km's en suave y constante bajada, con 3 pequeñas subidas, que me iban a permitir acumular km's en las piernas tranquílamente y variar un poco los entrenamientos para el maratón.
En esta carrera, después de mucho tiempo (creo que desde la media de Santa Pola), volvía a coincidir con Nacho, que decidió apuntarse también al poder quedarse con la familia en Hondón.
Llegábamos con algo más de antelación de lo normal, para poder dejar publicidad de la carrera del club. La entrega de dorsales era algo desordenada,al no estar definidas las colas y no saber qué dorsales se entregaban en cada fila.
Una vez nos hicimos con los dorsales, fotos y saludos de rigor con los habituales de las carreras y a correr.
Con Nacho, antes de la salida |
El gran Alberto tampoco se perdió esta carrera |
Salimos algo retrasados, ya que no hemos oído la señal de la salida.
Pierdo de vista rápidamente a Nacho, que está motivado y va a apretar un poco el ritmo en la carrera.
Por mi parte, sólo pienso en ir ligero y sin forzar. Si la velocidad media al final se queda en 5m/km o menos, perfecto.
Abandonamos rápidamente Hondón y durante el tramo intermedio de la carrera vamos sin mucha gente alrededor, por zonas de monte bajo y sin edificios. En ese momento pienso que la carrera es algo triste, entre tanto camino desértico.
Aunque el calor aprieta, los dos avituallamientos están muy bien situados y ofrecen agua fresca (creo que el año pasado hubo algún problema con la temperatura del agua).
Pasamos por varias pequeñas subidas, que se superan rápidamente y sin apenas esfuerzo, y poco a poco vemos como el circuito se va animando conforme llegamos a Aspe.
Empiezan a aparecer casas, chalets, y cada vez más gente animando.
Aunque es fácil dejarse llevar por el "efecto dorsal" y por el circuito en constante bajada, no he forzado en ningún momento, incluso me he frenado en algunos tramos muy inclinados, y llego muy fresco a Aspe.
Cada vez más gente, más ánimos, y ambiente festivo en las calles. Ahora sí que fuerzo un poco y subo el ritmo. La sensación que tenía de aburrimiento o de carrera triste ha desaparecido, y cruzo la meta muy contento y muy descansado, con fuerzas para haber hecho más kilómetros, en 54 minutos reales.
Mi posición en la clasificación general y en mi categoría está algo más atrasada de lo que quisiera, pero no he venido a por tiempos.
Me junto de nuevo con Nacho y Serafin, que han hecho un carrerón. Fotos, y a casa.
Carrera para repetir, en la que espero volver a participar el año que viene, para, en esa ocasión, salir "a darlo todo" y ver en cuánto tiempo puedo hacer 11 kms en constante bajada.
Estoy revisando el calendario de carreras populares, y veo pocas que se ajusten al planning del maratón que estoy siguiendo. Tengo claro que iré a La Foia en octubre, pero no sé qué otras carreras podrían ajustarse al entrenamiento que tengo programado. Tal vez la media de Alicante, pero no acabo de tenerlo claro.
Sigo, mientras tanto, con el entrenamiento y la vista puesta en la cada vez más cercana maratón de Valencia.
Nos leemos.
Saludos.
Por como lo describes esta carrera debe ser muy chula todo cuesta abajo.. aunque tenga zonas desérticas..
ResponderEliminarA mi me paso en la de 15Km de Pinto y también resultó algo triste en esos caminos parecia un día de entrenamiento normal jajaja
Enhorabuena por esas buenas sensaciones!
A seguir así!
Gracias :-) Como dije, el año que viene a darlo todo, a ver en cuánto lo puedo hacer
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